La historia de dos caballos, uno argentino y otro mexicano, quién sabe si el primero influenció al segundo. Dos caballos con ciertas cualidades y por tanto, buenos con cierta fama. Uno se pierde por una distracción al andar buscando una estrella. Y el otro pierde una carrera por complacer a una yegua. Las dos historias se cuentan en segunda persona, como se cuenta un chisme, como tratando de mantener cierta distancia. Y al final, el olvido o la muerte. Cuánta verdad en estas letras. Y uno sin saber o sin hacer caso, de pronto, ve esas historias, como si fueran el script de la propia historia. ¿Y a quién culpar? ¿A la estrella? ¿A la yegua? ¿A la suerte o el destino? Nada nuevo bajo el sol, dice un texto bíblico. Es la vida. De Atahualpa Yupanki El alazán " Como una cinta de fuego Galopando, galopando Crin revuelta en llamaradas Mi alazán, te estoy nombrando. Trepó la sierra con luna Cruzo los valles nevando Cien caminos anduvimos Mi alazán, te estoy nombrando. Oscuro la
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