Aprender de Dios
Me acuerdo que de niño había muchos dientes de león en todas partes.
En las calles, en los parques, en los patios.
A veces uno cortaba una de esas flores y luego, soplaba sobre ella
y sus filamentos se desprendían del tallo y volaban
flotando un buen rato sobre el suelo.
Ayer vi que Dios en su infinito poder, se entretiene juntando los filamentos de los dientes de león y acomodándolos como se le antoja. Por eso es Dios.
Si fuera creyente, lo sería sabiendo que Dios se entretiene con cosas así.
Es posible que hasta se ría a veces.
No sé si Dios no juega a los dados, como decía Einstein, pero de que juega, juega.
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